viernes, 29 de mayo de 2015

Crítica de Mad Max furia en la carretera


Mad Max Fury Road


¡¡¡MAD MAX HA VUELTO!! Y con más fuerza que nunca.

Rara vez el remake de un gran clásico ha conseguido estar tan a la altura de su predecesor. Y si encima nos referimos a una trilogía de culto como es Mad Max, que desde su estreno ha marcado un punto de inflexión en el cine de ciencia ficción y ha inspirado o motivado infinitas películas, novelas o videojuegos, la sorpresa ha sido absoluta.

El miedo por parte de los grandes fans de la saga cuando se anunció el reinicio de la saga con otros actores fue absoluto. ¿Porque había que tocar algo que ya era perfecto? ¿Quien iba a estar a la altura del Max Rockatansky de Mel Gibson?
A priori las respuestas a esas preguntas eran evidentes. No había que tocar Mad Max, el resultado podría ser pésimo, y nadie parecía poder llegar al nivel de Mel Gibson.

Sin embargo, las voces de crítica se han tenido que callar por obligación tras ver el fenómeno que ha sido Fury Road.
No solo el regreso de su creador, George Miller, que ha sido el encargado de escribir y dirigir esta nueva entrega, era ya un punto bueno que despertaba un halo de esperanza en los seguidores, sino que ha sido la clave del éxito.

Esa clave del éxito de la película radica básicamente en la tremenda perfección en cada detalle de la trama, de los personajes, de las escenas y del entorno recreado para la acción, eso por no mencionar el regreso de los maravillosos engendros automovilísticos que tan bien caracterizaban a las películas de la saga original.


Si definimos la trama como lo que es realmente es posible que más de uno piense que ha sido una locura que un realizador haya hecho algo así. Y es que realmente la película son dos horas de una persecución de vehículos a gran velocidad, y además, en línea recta, primero hacia un extremo y luego de vuelta.

Con esa definición literal de lo que es, resulta comprensible que la gente pueda preguntarse como puede dar tanto juego para mantener durante dos horas unos cien coches corriendo por el desierto.
Pues finalmente resulta que sí. No solo es que hayan conseguido realizar una película de dos horas de una persecución, sino que además es perfecta en todos los sentidos.

La trama comienza con Max siendo apresado por una terrorífica tribu (o secta si lo preferís) de hombres y mujeres deformes que, tras el holocausto nuclear que ha sumido a la población mundial en un futuro post apocalíptico, deciden seguir a un brutal fanático, conocido como Inmortan Joe, y a sus hombres.

Max pasa a convertirse en una "bolsa de sangre" para uno de los hombres de Inmortan Joe cuando de pronto Inmortan Joe descubre que una de sus mejores soldados, Imperator Furiosa, se ha llevado a todas las mujeres de Inmortan Joe escondidas en un camión que se dirigía a por combustible en una misión desde la ciudad principal.

Inmortan Joe, lleno de furia, ordena a todos sus vehículos ir tras el rastro de Furiosa con el fin de recuperar a todas sus mujeres y volver a encerrarlas en su harén. El propio Inmortan Joe es el encargado de dirigir la misión en su abominable vehículo.

Es ahí cuando comienza la chicha de la película, y con ella la persecución. Evidentemente Max, aún siendo prisionero, no se queda fuera de la acción, y es que sigue siendo la bolsa de sangre del conductor suicida de Inmortan Joe, que decide llevarle en el coche.

Sin embargo, la persecución se acaba convirtiendo en una locura de acero, sangre, explosiones y arena que acaba con Max convertido en el aliado de Furiosa y las mujeres de Inmortan Joe, haciendo todo lo posible por conseguir salvarlas del yugo de su opresor.


El polifacético Tom Hardy es el encargado de tomar el testigo que dejó abandonado Mel Gibson hace ya treinta años, pues la última entrega de la trilogía original de Mad Max se estrenó en el 1985.
Sin dudas, y aunque en un principio la elección del actor británico pudiese suscitar alguna que otra queja por parte de los seguidores, Hardy ha estado muy a la altura del papel, llegando a ser reconocido por el mismísimo Mel Gibson, que durante la premiere de la cinta afirmó que Hardy era el nuevo Max sobradamente.

Charlize Theron ha sido la encargada de dar vida a la peleona Imperator Furiosa que, a pesar de tener un brazo mecánico, es un chica dura de pelar que lleva a Inmortan Joe al borde de la locura y la frustración durante el desarrollo de la persecución mortal por el desierto.
Es un personaje muy bien construido y con el que resulta fácil empalizar, gracias sobre todo a la fuerza y seguridad que inspira.

Nicholas Hoult ("X-men: First Class") se mete de lleno en el papel de Nux, el guerrero a las órdenes de Inmortan Joe que está dispuesto a todo para agradar a su señor, incluso si eso implica tener que inmolarse. Su papel será fundamental para el éxito de la misión de Max y Furiosa cuando su personaje experimente un cambio radical.

Hugh Keays-Byrne regresa a la saga treinta y seis años después de su aparición en "Mad Max: Salvajes de la autopista". En esta ocasión su papel es de nuevo el antagónico de la cinta, pues se encarga de dar vida al mismísimo Inmortan Joe. Puede que muchos no hayan podido reconocer bajo tanto maquillaje al actor que en su día dio vida a cortaúñas, el malo malísimo de la película que dio comienzo al mito.

Por último; Rosie Huntington-Whiteley, Zoë Kravitz, Riley Keough, Abbey Lee y Courtney Eaton son las elegidas para meterse en la piel de las perseguidas mujeres de Inmortan Joe.

Pero lo mejor de la película es el regreso de George Miller a la saga. Se ha superado a sí mismo en el género que le vio comenzar, y es que tras haber hecho acercamientos al cine familiar (con "Babe el cerdito valiente") y en el cine de animación (con las dos entregas de "Happy Feet"), donde también ha conseguido sobresalir, es con el regreso de Max donde ha realizado su mejor trabajo, y a los setenta años de edad, lo cual es importante tener en cuenta.


En definitiva, la vuelta de Max ha sido por todo lo alto. No podrá superar a las primeras entregas en cuanto a lo épico y al hito que marcaron en su día, y que siguen marcando hoy incluso, pero sí que es una película mucho mejor que sus predecesoras en todos los aspectos.

Todo lo que podía parecer cojear en las predecesoras ha sido resuelto en Fury Road. Casi parece que Miller llevase treinta años haciendo una lista con todos los puntos flacos de la primera trilogía para poder elaborar este nuevo comienzo.
Las situaciones inverosímiles tan características de las antiguas películas siguen estando presentes en Furia en la carretera, pero de una manera más ordenada y racional, siendo posible entender la motivación de los personajes a la hora de hacer lo que hacen y tomar sus decisiones.

El guión, que era uno de los elementos más ambiguos de la primera saga, ha sido revisado por completo para esta nueva película y no cojea por ningún lado. La trama está llevada a la perfección, sin fisuras ni incongruencias (más allá de la gran incongruencia que es la película en sí).

Miller ha conseguido resucitar el género post apocalíptico con "Mad Max: furia en la carretera", que por fortuna para todos los seguidores y nuevos fans, no verá su fin tras este éxito de taquilla y crítica, ya que el propio Miller ha asegurado que aún queda Max para rato, estando el guión de la segunda entrega ya preparado.

Creando nuevos personajes icónicos desde el primer momento, como sucede con el famoso guitarrista de la película, que se ha convertido en uno de los personajes más queridos de la nueva película por su particular estética y labor en la película.
Además de ir viendo como las mujeres van adquiriendo progresivamente mayor protagonismo hasta coger prácticamente las riendas de la trama, sin dejar en ningún momento a Max de lado.


Con Fury Road, Miller ha logrado unir varias generaciones. Los padres que crecieron con las películas antiguas de Mad Max acudirán con sus hijos a ver la nueva entrega y estos espectadores más jóvenes se convencerán de ver la trilogía original.

El mensaje que Miller transmite con la película va mucho más allá de lo que parece. Además de los planos sorprendentes de la película, la ambientación y la ausencia general de croma o efectos digitales, prácticamente cada escena lleva escondido un mensaje sobre la crueldad humana, la división en clases, la lucha por el poder o la corrupción.

Sin embargo, la simbología es tan extensa que hacer referencia a ella nos llevaría todo un artículo, así que tendremos que conformarnos con asegurar que el espectador que vea la película podrá sacar varios mensajes en claro. Mensajes ocultos en algo tan sencillo como que en la ciudad de Inmortan Joe la vida, la vegetación y el agua se encuentren arriba del todo, mientras que a sus pies se encuentran los súbditos deformes y la pobreza.

Un reinicio perfecto de una saga mítica. Hardy es el nuevo Max y no hay nadie que pueda cuestionarle su puesto, que se ha ganado a pulso. Es trepidante y terrorífica, lo mejor que Miller nos ha regalado hasta el momento. Estamos ansiosos por ver como sigue creciendo el mito y se desarrollan las nuevas entregas.

Sed testigos de este momento, pues es un gran día.

Valoración:

9/10




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