viernes, 19 de junio de 2015

Crítica de Jurassic World

Jurassic World


¡¡¡El Parque ha reabierto sus puertas!!! Casi quince años han pasado desde que se pusiese punto y final a la trilogía original de Jurassic Park, la única saga que ha conseguido unir a mayores y pequeños en torno al mundo jurásico de los dinosaurios gracias a la magia de su historia y a la realización del mayor sueño de muchas personas cuando eran pequeños: conocer a los dinosaurios y tratar con ellos.

Al igual que ha pasado con el reinicio de la saga de Mad Max, el regreso de los dinosaurios ha supuesto un encuentro maravilloso entre generaciones. Ya no hablamos solo de un encuentro entre padres e hijos, sino de un encuentro que ha reunido a los seguidores de la saga que durante las últimas tres décadas han disfrutado con la saga que inició Steven Spielberg como si siguiesen siendo los niños que eran cuando la descubrieron.

Evidentemente, la película salva mucho las distancias en múltiples aspectos con sus predecesoras. El cambio en los gustos de los espectadores y las modernidad cinematográficas han conseguido reinventar la idea de la saga original haciéndola mucho más visible y comercial, en todos los sentidos, de lo que lo fueron las tres películas anteriores.


La historia se ha sabido encuadrar a la perfección con la trama de la trilogía original, lo cual es el aspecto más entrañable de la nueva película.
Lejos de significar un borrón y cuenta nueva o un nuevo empezar literal, la película ha respetado todo lo que pudimos ver en las primeras películas y continúa la trama veinte años después de los últimos sucesos en el parque original.

La historia se basa principalmente en continuar con el legado que John Hammond inició con su Parque Jurásico. Los acontecimientos tienen lugar en la misma isla de Nublar en la que tuvieron lugar todos los desafortunados incidentes de la primera trilogía que sumieron a la empresa en la más absoluta quiebra y obligaron a cerrar completamente las instalaciones.

Sin embargo, dos décadas después, el protegido de Hammond, Simon Masrani, el octavo hombre más rico del mundo en la historia, decide continuar con la esencia del parque original que Hammond, ya fallecido también en la película, tenía.
Para ello construye, en la misma isla que su predecesor, el padre de todos los parque temáticos centrado en los dinosaurios. Kilométricas praderas para interactuar con las atracciones, innumerables instalaciones, hoteles y restaurantes de lujo y montones de atracciones son la fórmula que el nuevo parque tiene para conseguir atraer al público.

Por desgracia, la presión del parque y la posible falta de innovación en las atracciones y del interés de los visitantes obligan al centro a innovar genéticamente con el ADN de dinosaurio obtenido de la manera clásica que conocimos en "Parque Jurásico" llegando a crear nuevas y peligrosas especies de dinosaurios.

Es así como todo se irá al traste cuando la última de esas creaciones, el Indominus Rex, una perfecta arma de matar sin conciencia ninguna, quede libre por el parque, causando un sinfín de estragos en las instalaciones y los turistas.

La directora del parque, Claire, deberá recurrir a Owen, un antiguo militar que ahora trabaja en el parque adiestrando a los raptores, para que pare los pies de esa bestia y puedan salvar así la vida de todos los visitantes, entre los que se encuentran sus dos sobrinos.


Podríamos decir que este ha sido el auténtico primer debut de Colin Trevorrow, director de la cinta, como realizador de largometrajes. Sí bien es cierto que el 2012 realizó una película de larga duración y bajo presupuesto con estrellas poco conocidas, "Seguridad no garantizada", no ha sido hasta "Jurassic World" que ha dado el auténtico salto a la gran pantalla, eso sí, por todo lo alto con un pedazo blockbuster como es el caso.
Hay que reconocer que quizás la tarea de dirección no es completamente perfecta. 
Sin embargo, Trevorrow ha conseguido solventar muy acertadamente todos los descuidos y flaquezas del guión, que a menudo peca de pobre y previsible. Esto dice mucho sobre Trevorrow en cuanto a la labor de dirección, que consigue llegar al espectador con la historia que cuenta en la pantalla y transmitir las sensaciones de los personajes en cada momento de la trama.

Con respecto al reparto, compuesto por grandes estrellas y veteranos del mundo del cine, suponen el pilar clave de todo lo bueno que tiene la película.
No es solo porque nos encante Chris Pratt, que también es muy posible que eso influya mucho, pero desde luego su papel, Owen, es el más llamativo de la película.
Tanto por la personalidad de su papel como por la interpretación del propio Pratt, Owen consigue conectar con el espectador, tanto por su comicidad en pantalla como por sus principios sólidos y valientes, y establece un fuerte vínculo.

Sin embargo, es innegable que el personaje de Pratt quedaría completamente desnudo sin el papel protagonista femenino, que recae sobre Bryce Dallas Howard.
La actriz, que da vida a Claire, interpreta perfectamente a un personaje que consigue evolucionar drásticamente en las dos horas de película, pasando de ser una estirada y ocupada ejecutiva a toda una amazona salvaje dispuesta a hacer frente al mismísimo T-Rex.
Ese es un elemento que se agradece mucho en la película y que no experimenta de manera tan acusada el personaje de Pratt, que se mantiene en su línea general toda la película.

Junto a estos dos protagonistas se encuentran dos veteranos del cine como son Vincent D´Onofrio ("La chaqueta metálica") e Irrfan Khan ("La vida  de Pi"), que dan vida a un traicionero mercenario con interese económicos en la explotación militar de los dinosaurios y al fundador del nuevo parque, el elegido de Hammon. 
Omar Sy ("Intocable", Ty Simpkins ("Insidious") y Nick Robinson terminan de completar el reparto dando vida al compañero de faena de Owen y a los sobrinos de Claire, que se ven en medio de una persecución desenfrenada por el imparable Indominus.


En definitiva, los innegables protagonistas de la película, quitando los personajes de Pratt y Dallas Howard, son los velociraptores, el Indominus y el T-Rex, que tiene un papel clave en la película al tener que proteger su título como rey del jurásico.

La película es una digna continuación de la trilogía original. Es entretenida, repleta de acción y muy llamativa estéticamente gracias a lo logrado por la tecnología digital, que permite recrear tanto  los dinosaurios como los establecimientos del parque.
Rompe un poco con la línea más tradicional de lo visto anteriormente al tratar de enfocar este reinicio como el comienzo de una nueva saga, dejando abiertas más de una línea argumental, lo cual solo evidencia aún más que la finalidad de esta película ha sido la de dar pie a una nueva saga.

El exceso de publicidad en la película es excesivo pero queda camuflado y bien llevado desde el punto de vista de que al ser un parque temático perfectamente podría haber tal cantidad de elementos publicitarios y espacios patrocinadores como Samsung, Pandora, Mercedes o Starbucks, entre muchos otros.

Todo eso no quiere decir nada malo sobre la película. El entretenimiento está sobradamente servido con la que ya suponemos será la primera entrega de la saga. 
Y aunque la historia sea predecible y algo monótona en ciertas ocasiones, también han conseguido innovar y sorprender muy agradablemente con el nuevo enfoque que han dado a la historia.


Los guiños a los personajes o elementos de la trilogía original son constantes desde el minuto uno de la película. Desde el conocido monigote virtual de ADN que explicaba la lección sobre el parque en la primera película, hasta algunas instalaciones ya conocidas, alguna que otra camiseta que aún conserva el nombre de Jurassic Park (ya que el nombre cambió a Jurassic World en la reapertura del parque tras los incidentes), las puertas originales del parque con algún que otro retoque o el regreso de al menos uno de los miembros del reparto original son algunas de las sorpresas que la película guarda.

Por supuesto la figura de Hammond no queda aislada. Richard Attenborough, el actor que daba vida a John Hammond, falleció poco antes del comienzo de rodaje de "Jurassic World", por lo que no ha podido aparecer en la película. Lo cual no significa que su memoria no haya estado muy presente en la cinta a través de una enorme estatua suya que preside el edifico principal del complejo.

Uno de los puntos que más gustan de la película es ver como va haciéndose conciencia de que el hombre no puede jugar a ser Dios. No puede manipular cosas para las que no ha sido creado. De ser así, lo más probable es que ocurra lo que pasa en la película, que todo acabé saliendo realmente mal y se acaben poniendo en peligro las vidas de miles de personas.
También se aprecia como poco a poco los personajes se dan cuenta de que lo que empezó siendo una atracción, lo que para ellos eran simples productos u objetos de entretenimiento, son ahora en realidad seres vivos, con sentimientos, necesidades y miedos. Esto crea en los personajes, sobre todo en el de Claire, un sentimiento de remordimiento y de repentina responsabilidad por ayudar que serán claves para la evolución de su papel.

Muy bien llevado este renacimiento, o reapertura, del parque. Realmente esperamos poder volver a ver las aventuras de Jurassic World, que por el momento ya está consiguiendo arrasar en la taquilla global, lo cual solo consigue asegurar aún más su regreso.

Valoración:

8/10



jueves, 11 de junio de 2015

IN MEMORIAM

Christopher Lee


El mundo del cine vuelve a estar de duelo tras el fallecimiento de uno de los actores más veteranos del cine de los siglos XX y XXI.
Christopher Lee, que dio su vida por completo al desempeño del séptimo arte, fallecía este pasado domingo 7 de junio en el Hospital de Westminster, en Chelsea (Londres), a los 93 años de edad.

Las causas de la muerte han sido relacionadas con problemas de carácter respiratorio y una insuficiencia cardíaca, molestias que el actor llevaba ya tiempo experimentando y que han acabado por ganarle la batalla tras haber pasado varios días ingresado en el hospital. 
Fue su mujer la encargada de hacer pública la noticia. Sin embargo, no la anunció inmediatamente, sino varios días después, tras haber comunicado la noticia a amigos y familiares primero.

No hay lugar a duda de que el mundo del cine se acaba de quedar un poco más desnudo con la marcha de un actor de la talla de Christopher Lee.
Setenta años y casi trescientas películas como actor han sido el aval de toda una vida dedicada a contribuir en este medio audiovisual, dejando algunas de las mejores interpretaciones de la historia en papeles que quedarán para la posteridad.


Pocos actores podrán presumir de haber contribuido de tal manera al mundo del cine casi desde que este empezaba a surgir.
Lee era originario de Londres y todo un caballero británico de los pies a la cabeza, que fue incluso reconocido con el titulo de sir al ser nombrado caballero del Imperio Británico en el año 2001.

Fue un referente y toda una fuente de inspiración para todas las generaciones futuras de actores habiendo llegado a participar en grandes sagas mundialmente conocidas y habiendo dado vida a personajes terroríficos y memorables que casi cincuenta años después siguen consiguiendo dejar sin aliento a todos los que ven esas películas.

Nos tenía acostumbrados a papeles oscuros, de villano o incluso algo místicos. Christopher Lee ha pasado de ser un vampiro, a uno de los temibles villanos de 007, hasta ser uno de los magos más poderosos de la Tierra Media o conseguir mantener en jaque a la República intergaláctica dando vida a un temible maestro de Sith.

Eso no quita que en todo este tiempo dedicado a la actuación no haya tenido papeles menos maléficos, pues era un actor muy camaleónico, capaz de hacer frente a cualquier papel imaginable y sacar de él una perfecta actuación de diez.


Para los más jóvenes, sin duda recordaréis a Christopher Lee por sus papeles en sagas tan míticas como "Star Wars", "El Señor de los Anillos" o "El Hobbit", películas en las que, como no, sus papeles comenzaban siendo aliados de los protagonistas y acaban convirtiéndose en los villanos de la trama.

Para cualquiera será imposible olvidarle como el mago blanco Saruman en las películas de "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit". En estas dos trilogías, Lee tuvo un papel de gran peso al convertirse de ser un gran aliado de la Comunidad del Anillo a ser la mano derecha del mismísimo Sauron. Siendo capaz posteriormente, y ya habiendo entrado en sus noventa años, de volver a interpretar al mago Saruman en la trilogía de "El Hobbit" que Peter Jackson volvió a dirigir.

En la segunda trilogía de "Star Wars" Christopher Lee tuvo también un hueco hecho a la perfección para él dando vida al temible y traicionero Conde Dooku en "Star Wars Episodio II: El ataque de los clones" y en "Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith". En esta saga, Dooku, como todos recordaréis, se convirtió en uno de los enemigos más poderosos y fuertes de los jedi y los ejércitos de clones de la República. Su dominio del Lado Oscuro y su posición como maestro Sith y estratega nato fueron perfectamente plasmados en las películas por Lee.


Otros muchos, sin embargo, le recordaréis mejor por haber tenido papeles en grandes clásicos del cine de terror y de acción como fueron "El conde Dracula" y la saga de James Bond. Y, como no, por haber sido un gran y magistral habitual del cine de Tim Burton, pues eran muy buenos amigos, habiendo tenido papeles de menor o mayor importancia en casi todas sus películas desde "Sleepy Hollow" hasta "Sombras Tenebrosas".

La suya no fue la primera adaptación cinematográfica que se hizo sobre el Conde Drácula, basado en la novela de Bram Stoker, pero desde luego sí que fue el mejor y más memorable Drácula desde la actuación que el gran Bela Lugosi hizo del personaje.
La primera vez que Lee se puso los colmillos y la capa fue en el año 1958 para dar vida al personaje en "Drácula". Sin embargo, el gran éxito que tuvo la película y la maestría del actor para dar vida al príncipe de las tinieblas hicieron que el actor volviese hasta en diez ocasiones para retomar el personaje.

También hizo aparición en la película del gran espía británico James Bond "El hombre de la pistola de oro". En esta ocasión, Lee dio vida al enemigo de rigor de 007, Francisco Scaramanga, teniendo que enfrentarse cara a cara con el Bond de Roger Moore.

Y aunque mucha gente no lo recuerde, Christopher Lee también dio vida a la momia en el clásico de terror de 1959, "La momia", e incluso al afamado detective privado Sherlock Holmes en una ocasión y al hermano de Sherlock, Mycroft, "La vida privada de Sherlock Holmes".


Este ha sido un duro golpe para el mundo del séptimo arte. Afortunadamente, Christopher Lee vivió una larga y afortunada vida en la que pudo sentirse orgulloso de haber contribuido con tanta fuerza en solidificar la historia del cine.

En ningún momento abandonó las cámaras, pues ha seguido apareciendo en proyectos durante toda la última década e incluso dejando un proyecto sin completar en la fase de pre-producción.

Fue duro, perseverante y un actor formidable. 
Al terminar de filmar la trilogía de "El Señor de los Anillos", y preocupado porque no fuese a poder volver en un futuro si Peter Jackson sacaba adelante el proyecto de "El Hobbit", Christopher fue a ver a Jackson y le dio permiso para recrearle digitalmente si él ya no estaba cuando fuese a filmar la nueva trilogía.
Afortunadamente, para la película y para todo el público, Christopher Lee aguantó hasta ver ese proyecto, que le tenía fascinado, completo del todo.

Nunca dejaremos de ver sus películas, pues dejar de hacerlo sería rechazar el buen cine, y jamás olvidaremos a un actor tan maravilloso como Christopher Lee ha llegado a ser. Por lo tanto, queremos transmitir mucho apoyo a su familia y amigos, y a todos nosotros, que en cierto modo nos hemos quedado huérfanos de uno de los mejores actores de la historia.

Allá donde estés ahora, descansa maestro. DEP.









Crítica de Tomorrowland el mundo del mañana

Tomorrowland


La nueva película de Disney no ha sabido despegar con tanta fuerza desde que se estrenó hace un par de semanas y, desde luego, sigue sin convencer a los espectadores para que acudan a verla. El batacazo que se ha llevado en taquilla la nueva superproducción de la Casa de las Ideas ha sido brutal y, desde mi punto de vista, completamente injustificado.

Aún con todo, hay que comprender que estas últimas semanas se ha estado viviendo una temporada más bien floja para la taquilla internacional, que está llegando a preocupar gravemente a algunos de los entendidos, y eso ha podido ser, en parte, la justificación de este fracaso.

Con todos los más que esperados y grandes estrenos del año, siendo el objetivo de las pocas entradas vendidas por semana, solo algunas películas consiguen sorprender y acaban rompiendo con las predicciones negativas sobre su paso por la taquilla. Desgraciadamente, "Tomorrowland" no ha sido el caso y no ha sabido llamar la atención de espectadores.


La película narra una tremenda lucha a contrarreloj por conseguir salvar el mundo entero de su aparentemente inevitable destrucción.
Aunque durante toda la película se pinte de manera inalcanzable la salvación de La Tierra, todos los humanos se encontrarán, sin saberlo, en manos de una joven y sus ideas.

La película se adentra en nuestro sueños más profundos, algunos infantiles y otros muy adultos, para convertirlos en realidad en una historia en la que las grandes mentes del mundo han creado una civilización mucho más avanzada que la de La Tierra para poder ir solucionando los grandes retos desde otra dimensión.

Dicha asociación, llamada Plus Ultra (cuyo significado literal es más allá), fue fundada por cuatro de las mentes más brillantes del siglo XIX como fueron Tesla, Edison, Eiffel y Julio Verne para poder llevar más allá esos sueños y convertirlos en realidad.

Sin embargo, con el paso del tiempo Tomorrowland ha ido decayendo, ya nadie accede a él y cada vez La Tierra está más abocada a la destrucción, a la que nosotros mismos la llevamos.
Es ahí donde aparece Casey Newton, una joven brillante, curiosa y sagaz, que es "reclutada" por una misteriosa niña, Athena, que resultará ser toda una caja de sorpresas.

Sin embargo, Casey y Athena no podrán conseguir cumplir la misión ellas solas, y necesitarán la ayuda de Frank Walker, un hombre ya entrado en canas que antaño fue uno de los visionarios de Tomorrowland, el cual fue expulsado al tratar de parar la amenaza que se cernía sobre La Tierra.


El director de la aclamada y brillante película de Pixar "Los Increíbles", Brad Bird, ha sido el encargado de dirigir "Tomorrowland: el mundo del mañana". Sin lugar a dudas la presencia de Bird en el proyecto ha sido el gran catalizador para conseguir que la película sea entretenida. 
Si bien una historia puede ser original y prometedora, se necesita de una mente capaz de conectar bien las ideas y hacerlo realidad con mayor precisión. Trabajo que Bird logra sobradamente en la película.

Con respecto al reparto de la película recae directamente sobre cuatro personas, dos hombres y dos mujeres.

Por un lado tenemos a los dos protagonistas clave de la película, que serían los personajes de George Clooney y Britt Robertson, que dan vida a Frank y a Casey respectivamente; y por el otro los personajes de Raffey Cassidy y Hugh Laurie, que interpretan a Athena y al estricto líder de Tomorrowland, Nix.

George Clooney sigue en su línea de buen actor. Es un actor de lo más constante que siempre es capaz de hacer cara al papel que toque y sacar una buena interpretación. Quizás no sea lo más sobresaliente de la película, pero desde luego en una película con un reparto que no es muy conocido, salvo Laurie además, resulta agradable reconocer a un actor como Clooney.

Con respecto a la protagonista femenina de la película, Britt Robertson, lo cierto es que no ha sido muy conocida hasta el momento. Ha tenido papeles en películas como "Scream 4" y "Como la vida misma" pero ha sido "Tomorrowland" con la que ha conseguido dar el auténtico estrellato.
Resulta muy creíble en la película, además de divertida e inteligente, lo cual facilita poder conectar con su personaje.


En definitiva, es una película maravillosa. Repleta de sorpresas, novedades, inventos, robots, construcciones imposibles y sueños hechos realidad. Resulta agradable poder pensar como sería realmente un mundo mejor, pues es lo que trata de transmitir la película.

El mensaje general de la película es claro y contundente, además de muy relacionado con cualquier movimiento activista para la preservación del medio ambiente y la vida humana. Eso quiere decir que es un calco imaginario de lo que podría llegar a pasar en un futuro no muy lejano si no hacemos algo por solventar todos los episodios de inestabilidad política y social de la actualidad y las continuas agresiones contra nuestro propio planeta.
Es un aviso y un grito al aire que busca ser oído y asimilado por el espectador.

No es comprensible que este proyecto no haya llegado a tener el éxito que bien se merece. Es una película original, entretenida y muy llamativa. Si bien puede pecar de previsible en algunos puntos, y quizás la publicidad subliminal de productos u otras películas Disney que van introduciendo puedan sobrar, eso no resta mérito al proyecto ni le quita calidad.


A pesar del gran peso del croma en la cinta, como cabe esperar, se ha respetado al máximo cualquier tipo de escenario real, habiendo sido rodada buena parte de la película en la Ciudad de las artes y las ciencias de Valencia aquí en España, lo cual es un añadido de interés.

El guión es fresco, llamativo y divertido, que unido a la dirección de Brad Bird son clave inequívoca para una buena película. Y si bien no es una película de diez, ni mucho menos se merece las duras críticas recibidas ni la negativa generalizada por parte de los espectadores, situación que solo ha servido para conseguir que Disney se eche atrás y acabe cancelando proyectos ya anunciados de temática similar como la tercer entrega de "Tron".

La película transite muy buen rollo. Es entretenida, colorida y fenomenal para pasar un buen rato. Y además, es apta para cualquier tipo de público y extremadamente recomendable para los seguidores de la ciencia ficción, con algún que otro cameo escondido de otros grandes clásicos del género.

Valoración:

8/10






miércoles, 3 de junio de 2015

Crítica de Focus

Focus


El cine épico de timadores no ha quedado obsoleto en absoluto, o al menos eso nos ha demostrado "Focus".

La nueva aventura de Will Smith y Margot Robbie, que volverán a compartir escena en "Escuadrón Suicida" dentro de poco, está sobradamente a la altura de las expectativas iniciales que cualquier espectador pueda llevar a la hora de ir a verla y cumple sin problema alguno con la finalidad de este tipo de cine, que al fin y al cabo es mantener la tensión en el espectador, crear drásticos giros argumentarles y, la más importante, sorprender.

Por eso resulta tan llamativa una película que combina de manera tan correcta el género romántico con la acción y el pseudo thriller. El resultado es muy resultón y llamativo, dando lugar a unas situaciones de complejidad que mezclan los sentimientos con el trabajo de los personajes protagonistas de la película.


La película gira en torno a Nicky y Jess, dos estafadores que juegan en distintas categorías y que un día como otro cualquiera sus caminos se cruzan, dando comienzo a una serie de estafas y engaños que llevarán a esta peculiar pareja a conseguir una buena cantidad de dinero.

Nicky está acostumbrado a la liga mayor de los chantajes. No se conforma con simples carteras o relojes mediocres, Nicky va por todo lo alto. Para ello tiene un buen arsenal de técnicas y estrategias, cada una de ellas con su buen nombre que la identifique, para poder sacar hasta el último centavo de cualquier ingenuo o confiado hijo del vecino.

Por su parte, Jess es todo lo contrario a Nicky. Su belleza y dotes para la actuación, más concretamente para fingir ingenuidad, son las armas que empuña a la hora de llevar a cabo los hurtos y timos más sencillos del manual.

La historia entre estos dos sujetos surge cuando Jess trata de liársela a Nicky, el cual, sin alterarse en ningún momento, echa por tierra todo su trabajo y la deja sin recompensa pero decide enseñarla un par de trucos.

Ante la insistencia de la joven y su don natural para la estafa, Nicky decide meterla en su equipo, que se está preparando para dar un golpe realmente fuerte en una serie de eventos multitudinarios.
Tras el golpe, y un inesperado éxito abrumador, los caminos de Nicky y Jess se separan aparentemente para siempre, hasta que el destino decide volver a unirlos varios años después cuando Nicky se encuentra en medio de un trabajo. 

El reencuentro pondrá patas arriba la cabeza de Nicky y resurgirán los viejos sentimientos por Jess, aunque nada será lo que parece a priori.


La pareja de directores formada por John Requa y Glenn Ficarra, conocidos por películas como "Philip Morris ¡Te quiero!" o "Crazy, Stupid, Love", es la encargada de la dirección de "Focus", demostrando una vez más que las direcciones compartidas son capaces de realizar auténticas maravillas audiovisuales, consiguiendo cuatro ojos llegar hasta donde no pueden llegar solo dos.

Will Smith y Margot Robbie, que volverán a compartir escena en una de las próximas películas de DC Comics dirigida por David Ayer, "Escuadrón Suicida", son los fácilmente distinguibles protagonistas de la película.
La química entre ambos es fundamental para dar lugar a la naturalidad y credibilidad de sus papeles, lo cual unido a la facilidad de ambos por abordar papeles tan variados y bordarlos acaba creando unas interpretaciones muy a la altura de las expectativas.

Rodrigo Santoro (conocido, aunque no lo parezca, por dar vida al rey Jerjes en "300"), Adrian Martínez y Gerald McRaney son los encargados de completar el reparto principal de la película dando vida a los dos antagonistas principales de la película y a otro de los compinches del personaje de Will Smith en la película.


En definitiva, es una película que sorprende al espectador. No hace falta demasiado para que un espectador pueda salir satisfecho de una película sobre timadores. Basta con unos buenos juegos de manos, giros argumentarles, sorpresas inesperadas y un final impredecible. Todos esos ingredientes los tiene "Focus".

Si además de eso añadimos un guión que resulta muy sólido y unas interpretaciones sobresalientes por parte de Will Smith y Margot Robbie, que consiguen crear un vínculo sorprendente entre sus personajes y el espectador, es de esperar que la película pueda llegar a enganchar a más de uno.

La historia puede parecer simplona o predecible llegados a determinados puntos, y es en esos momentos donde los guionistas han hecho un trabajo realmente bueno al conseguir dar la vuelta a la tortilla y sacar la trama por una salida completamente opuesta.

Por eso que la historia sea de tanta importancia en este tipo de cine; es muy importante hacer cosas que el espectador no pueda esperar en ningún momento y crear así un impacto al ver el resultado final. Ir jugando con el desarrollo de la trama. Y eso se ha conseguido.

Es una buena opción para ver en compañía, siendo apta y recomendable tanto para menores como mayores, lo cual es un plus considerable que no mengua la calidad de la película.

Valoración:


7/10








lunes, 1 de junio de 2015

Crítica de Dando la nota aún más alto

Pitch Perfect 2


Más de uno nos sorprendimos cuando en el 2012 una película musical sobre un grupo de música a capela conseguía triunfar en la taquilla internacional y, más aún, encandilar tanto a la crítica como a los espectadores. Cuando además añadimos el plus de que ese grupo de a capela estaba compuesto íntegramente por algunas de las actrices jóvenes mejor consideradas del momento todo parecía cuadrar.

Unos años después, y tras poder disfrutar hasta la saciedad con la primera entrega de "Dando la nota", llega finalmente la secuela de este grupo tan peculiar y llamativo de "bichos raros".

Posiblemente no sea exagerado decir que el tópico de las segunda partes nunca fueron buenas ha quedado completamente acallado en esta secuela que es, sin lugar a dudas, más divertida y más entretenida (lo cual ya es mucho decir porque el listón de la anterior ya estaba bastante alto) que la anterior.

Más canciones, mejor ejecutadas y más miembros para el equipo, todo ello sazonado con una buena historia, ha conseguido ser la receta para que "Dando la nota aún más alto" pueda llegar a arrasar en la taquilla internacional.


Para todos los que ya hayáis visto la primera entrega no os sorprenderá demasiado la línea argumental de esta nueva entrega, pues básicamente sigue con el esquema argumental de la primera película. 
No es la primera vez, recientemente, que vemos algo así; pues ya pasó algo similar con la secuela de "Infiltrados en clase", que seguía literalmente con el orden de la anterior.

Esto no quiere decir que la cinta carezca de originalidad y de entretenimiento, simplemente que como si fuese una novela con planteamiento, nudo y desenlace han establecido su canon de la historia en un acontecimiento nefasto al principio de la cinta que las convierte en las hazmerreír del campus, surge un enemigo al que deberán vencer, una batalla de canto entre medias, una actividad para unirlas más y finalmente el desenlace, con una canción por todo lo alto.

Siguiendo con ese esquema la película arranca con las Bellas de Barden haciendo un espectáculo musical para celebrar el cumpleaños del Presidente de los EEUU. Por desgracia, durante ese espectáculo Amy la gorda tiene un pequeño percance y todas pasan a ser objeto de burlas a escala nacional.

Por dicho incidente son sancionadas y excluidas de cualquier tipo de competición. Entonces deberán ganar el campeonato mundial de canto a capella si quieren volver a cantar "legalmente". 
Sin embargo, las Bellas están más dispersas que nunca, algunas demasiado involucradas con el grupo mientras que otras buscan otras rutas que seguir para cuando se gradúen.

En este punto, la hija de una antigua Bella, una heredera como las llaman, entra a formar parte de las Bellas, aportando un toque más jovial y original al grupo.


El reparto no debería de sorprender a nadie que haya visto "Dando la nota", porque es prácticamente el mismo que en la primera entrega.

Esta vez Beca, el personaje de Anna Kendrick, ha asumido la capitanía de las Bellas y seguirá acompañada del resto de chicas que ya aparecieron en la primera película.

Rebel Wilson sigue haciendo de las suyas, siendo el personaje más divertido de la película, en el papel de Amy la gorda. 
Brittany Snow vuelve a dar vida a la agonías de Chloe, que sigue obsesionada con los Bellas hasta un punto enfermizo. Alexis Knapp también vuelve a darlo todo como Stacie, la integrante más liberal del grupo.
Por supuesto, la controladora Aubrey, interpretada por Anna Camp, volverá para hacer sufrir un poco a las chicas, pero esta vez con un buen motivo y solo para ayudar.

Sin embargo, en esta ocasión las chicas tienen una nueva incorporación al grupo. Hailee Steinfeld ("Begin Again" o "Valor de lay") es la nueva integrante de las Bellas de Barden, que será la encargada de aportar ese toque de originalidad al grupo.

Como cabía esperar los chicos también tienen un papel importante en la película. Y para ello Skylar Astin, Ben Platt y Adam Devine vuelven a dar vida respectivamente, a Jesse, Benji y el extraño amor de Amy la gorda, Bumper.

En esta ocasión una de las actrices de la primera entrega, que también regresa al reparto en esta ocasión junto a su compañero reportero de la película anterior John Michael Higgins, Elizabeth Banks, es la encargada de dirigir la película, dejando sorprendido al espectador por el gran trabajo realizado.


En definitiva, mejor que la primera película en casi todos los aspectos. Se puede apreciar la evolución de sus personajes, algunos hacia delante y otros hacia atrás. Han crecido y madurado en todos los aspectos, logrando introducirse en otros campos que permiten a la trama explorar otros acontecimientos más variados.

Las canciones seleccionadas para esta segunda entrega van desde lo más actual hasta algunos clásicos de la música. Las mezclas entre canciones son más llamativas y completas, dando lugar a unas canciones bastante mejores que las de la primera película, abarcando un abanico musical más amplio que en la anterior.

La trama, que como ya hemos dicho sigue el esquema de la anterior, no se hace aburrida en ningún momento de la historia. El guión, que si bien no es de Oscar, está muy a la altura de las circunstancias y facilita al espectador seguir conectando con las Bellas.
El humor está asegurado también, y posiblemente en mayor medida que en "Dando la nota", habiendo un buen puñado de golpes realmente buenos por parte del personaje de Amy la gorda.

El reparto vuelve a estar sobresaliente en la película. Todas ellas están geniales dando vida a las Bellas, y por supuesto los chicos no se quedan atrás. Además de haber un par de cameos bastante llamativos, que incluyen la aparición del rapero Snoop Dogg en la cinta, que resultan de lo más divertidos.

Es una película perfecta para ir a ver en compañía y en familia. Versiona algunos grandes clásicos de la música introduciendo elementos de música mucho más actuales y versátiles. 
El buen rollo que transmite es innegable, simplemente dan ganas de ponerse a cantar y bailar durante la película.

La labor de Elizabeth Banks al haber asumido la dirección de la cinta ha sido la mejor elección que el estudio podría haber tomado. El resultado es perfecto.

Valoración:

7,5/10