lunes, 6 de abril de 2015

Crítica de A todo gas 7

Fast & Furious 7


Parece que fue ayer cuando una de las franquicias más rentables del cine comenzaba sus andaduras. Hoy, casi quince años después, podemos disfrutar de la última entrega de los más rápidos y furiosos del cine.

El grupo de conductores y delincuentes que el bien conocido Dominic Toretto comenzase a dirigir allá por el año 2001 ha sabido resistir casi cualquier sacudida que la crítica o la taquilla les haya podido propinar. Sin embargo, el palo más grande que esta familia se ha podido llevar vino a finales de 2013.
La que al principio sólo parecía una familia en la gran pantalla acabó convirtiéndose en una familia de verdad, el reparto de la saga eran mucho más que amigos, eran hermanos. Cuando en el 2013 uno de los protagonistas de la saga, Paul Walker, perdiese la vida en un accidente de tráfico, el rodaje de la séptima entrega se vio paralizado y su reparto conmocionado.

Tras una larga espera y dudas razonables sobre la continuidad de la franquicia, el equipo decidió volver al plató para terminar la última cinta de Paul Walker y rendir a su amigo el homenaje que se merece.


Siguiendo la continuidad con sus predecesoras y cerrando el círculo de una trama que lleva catorce años abierta, nos encontramos con la entrega más brutal y veloz de la saga, con diferencia.

Tras los acontecimientos que tuvieron lugar entre Londres y España durante la sexta entrega de la saga, los fantasmas del pasado persiguen a nuestros protagonistas hasta las calles que les vieron crecer y en las que toda la historia comenzó.

El hermano mayor del malo de la sexta, Owen Shaw, al que daba vida Luke Evans, buscará venganza en el equipo que dejó lisiado a su hermano y no parará hasta dar caza uno a uno a todos sus miembros.

Esto significa que todos los miembros del grupo de Toretto están en peligro, y aunque algunos acontecimientos ya fueron previamente desvelados en la tercera entrega de la saga (que tiene lugar cronológicamente entre la sexta y la séptima) será con esta séptima entrega que se resolverán todos los enigmas que quedaron sin resolver y podremos ver más de una vieja cara conocida.

Para aumentar el riesgo y el glamour del equipo en esta última entrega, deberán ir viajando tras la pista de Deckard Shaw, interpretado por Jason Statham, el cual siempre se les anticipará y les estará esperando o aparecerá en el momento menos oportuno, que les llevará desde los montes de Azerbaiyán hasta el desierto de Abu Dabi. 

Por fortuna, contarán con nuevos aliados. Pues además del agente Hobbes (Dwayne "La Roca" Johnson), que apareció en la quinta entrega por primera vez, un veterano del cine de acción como es Kurt Russell dará vida a Sr. Don Nadie, un misterioso líder de una organización militar secreta a las órdenes del gobierno de los EEUU.


James Wan, director de aclamadas películas como "Saw", "Expediente Warren" o "Insidious", sustituye a Justin Li en la silla del director para traernos la que posiblemente sea una de las mejores entregas de la saga.

Para muchos la saga de A todo gas supone el inicio de algo. Algunos hemos crecido con estas películas, que incrementaban nuestras ansias de velocidad y aventuras, otros simplemente se han sentido identificados con el mundo del motor y las peleas tan propias de estas películas.
Si bien, a partir de la cuarta entrega de la saga, el elemento natural del tunning y las carreras callejeras se fue perdiendo para dar paso a una evolución al cine de acción.

Por fortuna, esta última cinta ha recuperado parte de esa esencia inicial del nitroso y el olor a asfalto quemado por la mañana para combinarlo con el estilo alocado y destructivo (que quizás en esta haya sido excesivo) de las predecesoras.

Como no podría ser de otra forma, Vin Diesel vuelve a ser Dom; el difunto Paul Walker, que tuvo que ser sustituido por sus hermanos y recreado digitalmente, como Brian O´Conner; Michelle Rodríguez como una amnésica Letty; Tyresse Gibson dando vida de nuevo al gracioso Roman Pierce; Ludacris como Tej; y Jordana Brewster como Mia.


En definitiva, quizás no la mejor, pero desde luego que sí es la más emotiva de las siete.

Unas escenas imposibles, un argumento llamativo y unas peleas entre algunos de los grandes del cine de acción. 
Una apuesta segura que sólo en su primer día en cartelera ha conseguido recaudar 67 millones de dólares.

Quizás sea por lo mucho que nos gusta esta saga desde siempre, quizás sea porque no volveremos a ver a Paul Walker en ella, pero sea por lo que sea, nos ha encantado y la recomendamos encarecidamente a todos, sean fans o no del cine de motores y la velocidad punta.

Ya está confirmada una octava entrega de la saga, pero sabemos que no volverá a ser lo mismo. Siempre nos faltará un O´Conner, siempre nos faltará Paul Walker. Hasta siempre Pablo.

Valoración:

8/10

Os dejamos también el vídeo de la escena final de la película, que sin desvelar nada del resto de la cinta, es el perfecto homenaje del equipo a Paul Walker. Aquellos sensibles a posibles "spoilers" que por favor se abstengan de verlo. Aún así, la calidad deja mucho que desear.










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