miércoles, 5 de marzo de 2014

Crítica Atrapado en el tiempo

Atrapado en el tiempo


Tal y como os prometimos la semana pasada, y con motivo del fallecimiento del gran cineasta Harold Ramis, dedicaremos la entrada de hoy para hacer una crítica de Atrapado en el tiempo. 

Atrapado en el tiempo es posiblemente, junto a las dos películas de Una terapia peligrosa con Billy Crystal y Robert DeNiro, lo mejor de Harold Ramis como director  y guionista. En el caso que nos concierne, Groundhog day (día de la marmota) se trata de una película de 1993 protagonizada por Bill Murray y Andie MacDowell.

La película narra la historia de un presuntuoso hombre del tiempo en una cadena televisiva de Pittsburgh, al que le encargan cubrir un peculiar reportaje; deberá viajar a un pequeño pueblo llamado Punxsutawney, donde cada año se desarrolla una fiesta tradicional en la que una marmota será la que vaticine cuanto tiempo más durará el frío en el estado. 
Murray, escéptico a estas costumbres y ofendido por verse degradado a realizar un reportaje de esa categoría, se muestra descontento e inconforme; esto, unido a sus aires de grandeza dará lugar a que se comporte como un auténtico cretino. 
Sin embargo el karma le tiene guardado un as en la manga, y le hace revivir las últimas 24 horas de su vida en ese pueblo en forma de bucle como una lección, pues hasta que no se comporte como es debido, no se le permitirá seguir avanzando en el tiempo. Este argumento dará lugar a situaciones descabelladas y de lo más divertidas desde el punto en el que no da crédito a lo que ocurre hasta que lo asimila y pasa a la aceptación, momento en el que empieza a cometer más locuras, tales como saltar de un campanario.
Obviamente, la película lleva un punto romántico entre el personaje de Murray y el de MacDowell, que él deberá trabajarse en su interminable y repetitivo castigo.

Sin lugar a dudas es una gran película, de esas que reúnen a toda la familia una tarde y hacen pasar un gran rato. Es un cine inteligente e ingenioso, que trasmite una moral bastante importante y que no debe caer en saco roto. Murray en el papel de Phil Connors hace uno de sus mejores papeles, lo que ya de por sí es complicado tratándose de un actor tan grande como es Bill Murray.
Es un tipo de cine que a día de hoy empieza a escasear, y eso es algo muy triste porque si no se preserva este tipo de géneros podríamos decir que corren el riesgo de llegar a la extinción; en una época en la que una buena explosión es preferible a una buena trama y un brillante guión debemos poner de nuestra parte por mantener con vida esta manera de hacer cine. 
En conclusión, no dejéis de ver esta película si aún no la habéis visto, os aseguro que os llevareis una grata sorpresa además de una hora y media bien invertida.

Valoración


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