sábado, 4 de octubre de 2014

Crítica Ahí os quedáis

This is where i leave you


Ahí os quedáis es la nueva película que aterrizó este viernes en nuestra cartelera con un amplio reparto de actores hechos por y para la comedia como son Tina Fey, Jason Bateman, Jane Fonda, Adam Driver, Rose Byrne y Timothy Olyphant.

Cuatro hermanos, que llevan años sin dirigirse la palabra y sin verse, deberán volver a convivir durante siete largos días bajo el techo familiar cuando al fallecer su padre este declara su última voluntad de que los hijos lleven a cabo un ritual judío para honrar al fallecido.
Como cabe esperar, de esta situación irán desarrollándose unos divertidísimos acontecimientos que volverán a forjar lentamente los vínculos entre los hermanos y con su madre.



Una de las cosas que hace de esta película una cinta muy especial es el estudio que se hace de los personajes uno a uno, y es que todos ellos esconden un secreto, una frustración o algún problema que les evita ser felices y vivir plenamente.
Un marido soberanamente estúpido que amarga la vida de su mujer, una esposa infiel con una noticia que pondrá patas arriba el mundo del personaje de Bateman, un hermano incapaz de madurar y mantener una relación seria, otro hermano que no consigue tener un hijo con su esposa y una madre  con un sorprendente secreto son algunas de esas cosas que se desatan a lo largo de las casi dos horas de película.

Posiblemente uno de los mejores puntos a favor de la película es que te venden la película como una comedia americana más, del montón, y en cierto sentido es algo cierto, pues algunos chistes o golpes de risa no dejan de ser eso, pero también es cierto que llega a adentrarse mucho más allá y abre la puerta a una parte de la película con su punto dramático.



Lo mejor de la película es, sin duda, que tiene un mensaje de gran peso y una forma de dar muy precisa y directa de dar a entender al espectador la importancia de las relaciones familiares, tanto entre padres e hijos como entre hermanos, siendo la familia el único recurso que queda siempre ahí en ultima instancia para darnos apoyo en los momentos más complicados.
Uno a uno los hermanos irán cayendo en la cuenta de que es lo que necesitan realmente para ser felices, puesto que a lo largo de sus vidas distintos obstáculos les han impedido llegar a serlo. Y más aún volverán a aprender a quererse y a honrar a su padre como se merece después de tantos años intentando hacer lo mejor por ellos.

Como es de esperar el elemento romántico no podía faltar en una película como esta, el cual surgirá entre los personajes de Jason Bateman y Rose Byrne.


En definitiva, el mensaje que quiere transmitir la película, y que consigue, es que a menudo poco importa todo lo que hayamos avanzado y hasta donde hayamos llegado porque hay veces que lo que necesitamos es volver atrás, desandar el camino andado, volver a nuestras raíces y de esa manera poner en orden nuestros pensamientos para descubrir lo que realmente queremos y llegar a ser felices.

Una película genial. Divertida, conmovedora y reflexiva que recomendamos a cualquier espectador.

Valoración:


7/10






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