martes, 1 de abril de 2014

Crítica Non-stop (sin escalas)

Non-stop


Todos aquellos que se quedarán con ganas de más después de la alianza Collet-Serra y Neeson, que pudimos ver plasmada en Sin Identidad, están de enhorabuena; Non- stop reúne toda la habilidad y creatividad del director barcelonés con la experiencia de Liam Neeson, que tras cada película que realiza se consolida más en su papel de agente de policía o espía dispuesto a hacer lo correcto y salvar vidas inocentes.

La hora y cuarenta minutos que dura la película sabe mantener al espectador con la mirada fija en la gran pantalla y en absoluta tensión, a pesar de que en varias ocasiones se pueda cuestionar la solidez del guión de la cinta, no llega a ser una traba de demasiado peso durante los acontecimientos que se suceden a lo largo de la película.
Una continua tensión e incluso incertidumbre, que en más de una ocasión hace que el espectador llegue a sospechar de las buenas intenciones del personaje de Neeson, son las encargadas de introducirnos en la cabina del avión y vivir, casi como un pasajero más, todo lo que va sucediendo.

Es posible que la cinta llegue a ser levemente predecible en determinados puntos, y decir lo contrario  implicaría no ser sinceros, pero también es cierto que si colocamos en una balanza los puntos predecibles frente a los completamente impredecibles, la balanza se declinaría inevitablemente del lado de los puntos impredecibles.

En conclusión, una vez más la dirección española demuestra que puede hacer grandes trabajos fuera del ámbito nacional, e incluso liderar la taquilla estadounidense durante varias semanas, como ha sido el caso de esta película. La firma de los grandes directores españoles que se están internacionalizando actualmente, cada día es más fácilmente distinguible, como podemos apreciar de los trabajos de Jaume Collet-Serra o incluso de Rodrigo Cortés. En el caso de Non-stop, es una película de gran calidad, no impecable, ya que tiene algunos puntos en los que queda algo suelta, pero sí que es plenamente recomendable. Y si algo podemos asegurar después de verla, es que no deja lugar al aburrimiento o a dormirse en la sala.

Valoración




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