sábado, 21 de febrero de 2015

Crítica de El Gran Hotel Budapest

The Grand Budapest Hotel


Muchos somos los que, a pesar de su estilo tan particular y detallado, adoramos el cine de Wes Anderson.
Sin embargo, el dilema de este director es que las opiniones con respecto a sus películas son verdaderos polos apuestos.
O te encanta su trabajo o lo aborreces, estos últimos, por lo normal, desarrollan su aversión por el cine de Anderson al no entender sus películas.

Ya con títulos como "Los Tenenbaums", "Life Aquatic", o nuestras preferidas, "Viaje a Darjeeling" y "Moonrise Kingdom", Wes Anderson ha conseguido consolidarse en el cine independiente pero con unos resultados de taquilla y crítica propios de cualquier blockbuster.

"El Gran Hotel Budapest" es su última cinta, de la cual pensábamos que ya teníamos publicada la crítica, error imperdonable por nuestra parte, y sin duda, uno de sus mejores trabajos.


La trama gira en torno a los personajes de Zero Mustafa y Monseiur Gustave, el novato botones del Gran Budapest y su recto y metódico encargado, respectivamente.

Estos dos personajes se verán inmiscuidos en un turbio asunto cuando una de las clientes más fieles y ricas del Budapest fallezca, dejando en herencia a Gustave un valioso cuadro familiar.
Es entonces cuando se iniciará una persecución entre los miembros de la familia de la fallecida, con un inquietante matón de su parte, y la huida de Gustabe y Zero por salvar sus vidas y el cuadro.

Sin embargo, el destino no les pondrá nada fácil su situación y les llevará a soportar alocadas situaciones o lugares de lo más siniestros, como una de las cárceles más inexpugnables de Europa.

En un contexto de tensión, que recuerda tanto en simbología como en contenido a los antecedentes de la Segunda Guerra Mundial y la expansión del nazismo por Europa, nuestros protagonistas harán lo posible por sobrevivir.


Uno de los detalles más llamativos de la película es que la historia principal, la de Zero y Gustave, la cuenta el propio Zero, años después, a un nuevo cliente que reside en el, ahora en decaída, Hotel Budapest, que tras años de albergar a toda la alta clase de Europa, ahora solo acuden a él personajes de lo más variopintos como pintores, escritores o pensadores.

Wes Anderson es uno de esos directores que no se complican demasiado en lo de elegir a los miembros del elenco. Y es que, si ya han funcionado bien una vez, ¿Porque cambiar?

De esta manera, y aunque la voz cantante la lleven Ralph Fiennes ("El jardinero fiel") dando vida al señor Gustave y Tony Revolori, en el papel de Zero, podemos ver a actores recurrentes de Anderson.

Como no, Bill Murray ("St. Vincent"), que no se ha perdido ni una película de Anderson, repite en esta película como el encargado de otro gran hotel. Otros habituales de Anderson repiten en la película com Bob Balaban ("The monuments men"), Jason Schwartzman ("Viaje a Darjeeling"), Edward Norton ("Birdman"), Owen Wilson ("Starsky y Hutch"), Adrien Brody ("El pianista"), Tilda Swinton ("Las crónicas de Narnia I"), Jeff Goldblum ("Jurassic Park"), Willem Dafoe ("Spider-man") o Harvey Keitel ("Pulp Fiction").

Además de otras nueva incorporaciones como la joven promesa del cine Saoirse Ronan o Jude Law.

Como se puede apreciar, es una amplísimo reparto de grandes estrellas. Casi veinte nombres rellenan el reparto, con actores veteranos y actores más frescos.
Todos ellos, unidos a la mente imaginativa e innovadora de Anderson, dan lugar a una auténtica bomba de relojería de calidad.


En definitiva, el trazo maestro de Anderson, su firma personal si preferís, esta presente a lo largo de toda la película.

Una fotografía impecable, unos planos imposibles, una iluminación mágica y un vestuario rompedor y visionario son algunos de los detalles que más han agradado a los espectadores que por todo el mundo han disfrutado de la película.
Y bien le ha valido a la cinta más de una nominación y victorias en importantes certámenes cinematográficos. Premios que acabarán con la ceremonia de los Oscar este domingo 22, partiendo El Gran Budapest con la friolera de nueve nominaciones (entre las que se encuentran a Mejor película, Mejor director, Mejor guión original, Mejor banda sonora y, como no, Mejor maquillaje y vestuario).

Todo el reparto del Gran Budapest está soberbio. Muy a la altura de las circunstancias.
Sobre todo el personaje de Gustave y la interpretación del mismo que realiza Fiennes es lo que confiere más fuerza y personalidad a la película. Visto lo visto, no nos extrañaría que se fuese a repetir la colaboración entre actor y director.

Es una gran película. De lo mejor que hemos podido ver en la gran pantalla en mucho tiempo, y es que plantea grandes cuestiones y mensajes al espectador que le hacen pensar.
A pesar de no ser la favorita para los Oscar, bien podría acabar dando alguna sorpresa agradable.

Valoración:

8,5/10






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