viernes, 13 de febrero de 2015

Crítica de The Imitation Game (Descifrando Enigma)


The Imitation Game


En una época tan convulsa de nuestra historia como fue la Segunda Guerra Mundial tuvieron lugar múltiples batallas en consecuencia a las aspiraciones territoriales de Alemania y el III Reich.

Muchas de sus historias han sido contadas tratando de mantener el mayor punto de vista objetivo posible, pero en estas circunstancia son los vencedores los que pueden permitirse el lujo de escribir la historia, y muchas de las acciones de algunos héroes de la guerra han permanecido en el más alto de los secretos durante décadas.

Este es el caso de la historia de Alan Turing y su labor por descifrar la conocida máquina de cifrados nazi "Enigma".

Morten Tyldum ha sido el encargado de dirigir esta película sobre la difícil tarea que desempeñó Turing durante la Segunda Guerra Mundial y como luego Gran Bretaña se lo agradeció de manera tan descortés.


La historia, de nuevo basada en hechos reales, narra los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial desde un puesto de vital importancia para el conflicto pero que no ha gozado del merecido reconocimiento cinematográfico.

En los años en los que aparecía el ahora bien conocido servicio de inteligencia británico MI6, un grupo de hombres y mujeres hacía todo lo posible para, desde dentro de sus propias fronteras, descodificar los mensajes cifrados que los soldados alemanes se transmitían. Esta acción, de llevarse con éxito, podría suponer una baza fundamental para el desarrollo de la guerra.

Esta historia es la que se relata en la película, centrándose en la figura de Turing y su máquina que revolucionó el sentido de la tecnología y cambió el curso de la guerra, así como el del futuro, siendo sus máquinas consideradas como las "abuelas" de nuestros actuales ordenadores.

A pesar de todo el peso que tuvo en la guerra y lo vital de su trabajo, pues gracias a descifrar enigma pudieron descubrir los planes alemanes y anticiparse a ellos, manteniendo cuidado de no delatar el secreto de que habían descifrado enigma, Turing fue marginado, juzgado y sentenciado por su condición de homosexual, algo que por entonces en Gran Bretaña se encontraba penado por la ley.


El polifacético y brillante actor Benedict Cumberbatch es el encargado de protagonizar la película dando vida al matemático Alan Turing, en un papel que le va como anillo al dedo y que presenta evidentes similitudes de carácter con otro personaje al que da vida y que resulta muy parecido.

Y es que su Alan Turing y su Sherlock Holmes comparten algunos rasgos que son muy llamativos; sus pertinentes obsesiones, su mente avanzada y privilegiada o su homosexualidad latente o declarada son algunos de dichos rasgos similares.

Keira Knightley ("Piratas del Caribe"), Mark Strong ("Robin Hood") y Charles Dance ("Juego de tronos") son los miembros restantes del reparto y partícipes directos del éxito cosechado por la película.
Un comandante del ejército británico, un agente secreto del MI6 y una mujer realmente inteligente, en una época donde la tarea femenina estaba poco valorada, son los personajes más relevantes que acompañan a Turing a lo largo de la película, además de todo su equipo masculino encargado de descifrar enigma.

Desde un punto de vista propio del Siglo XXI la cinta echa la vista atrás para reprender las conductas tan inapropiadas de algunos de los gobiernos más civilizados y democráticos del mundo, al menos en apariencia.
Países en los que la discriminación por el género o la sexualidad estaban presentes en el día a día. Donde las mujeres no podían desempeñar tareas consideradas de hombres o cualquier persona manifestar libremente su orientación sexual.


En definitiva, la película nos presenta los actos heroicos de aquellas personas que hicieron todo lo posible por cambiar la historia y la guerra desde los campos que manejaban, corriendo otra clase de  peligros y haciendo frente a otra serie de amenazas.

Es también una crítica a la discriminación, presente aún hoy en día, que se realiza mientras se cuenta la historia de uno de los más brillantes matemáticos del siglo pasado, que una vez acabada la guerra fue tratado como un criminal y prácticamente dirigido al suicidio.

Aunque la película es francamente interesante, presenta un fallo relativamente importante; y es que a lo largo de la cinta se suceden una serie de cambios en el tiempo para explicar la historia de Turing durante su infancia, durante la guerra y durante su detención hacia el final de su vida.
Estos cambios se realizan de una manera algo desordenada y provocan una cierta confusión en el espectador.

Aún con todo, la película es de una calidad innegable. Película histórica, a fin de cuentas, pero que demuestra que todavía hay cosas desconocidas de la Segunda Guerra Mundial.
Cosas que siempre gusta llegar a conocer, y más de la mano de intérpretes de una talla tan alta.

Valoración:

8/10






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