domingo, 2 de febrero de 2014

Crítica La gran estafa americana

La gran estafa americana (American Hustle)


Cuando pasas mucho tiempo esperando a que llegue algo y tus expectativas se disparan por las nubes corres el riesgo de llevarte el mayor chasco de tu vida y quedar plenamente defraudado, y eso es tristemente lo que a mí me ha ocurrido con esta película.

A pesar del gran reparto que tiene la película, es insalvable la monotonía con la que transcurren las dos horas de película siendo inevitable pensar si ha sido una buena elección ir al cine y no haberse quedado en casa.

La lentitud con la que se desarrolla la trama, junto al cambio desmedido y casi exacerbado entre una escena y otra no hacen más que dilapidar las brillantes interpretaciones de los actores, que ante un guión tan pobre y deshilado hacen todo lo posible por dotar a la película de algo de sentido.

El principio de la película plantea una linea argumental y desarrollo de la trama interesante, sin embargo los múltiples giros de acontecimientos así como de distintos horizontes temporales y personajes llevan inevitablemente al colapso del espectador y a la pérdida progresiva del interés por la película.

Tras el gran éxito de David O. Russell  con El lado bueno de las cosas vamos a chocarnos con este montaje sin sentido de escenas que tienden a romper con el avance de los hechos, que podría incluso ser definido como un fiasco.

No cabe lugar a duda de que la película queda relativamente salvada gracias al talento del elenco de actores que participa en ella; el papel de un irreconocible Christian Bale (El caballero oscuro) como timador profesional y un talento innato para atraer a los problemas es plenamente el chaleco salvavidas sobre el que se mantienen a flote y a la deriva toda la película y proporciona al resto de actores la oportunidad de lucirse y demostrar de que pasta están hechos. Además del genuino Bale es necesario hacer el reconocimiento que se merece al espectacular trabajo de Jennifer Lawrence (Los juegos del hambre) que se introduce en el papel de una ama de casa completamente desentendida de su hijo y cualquier otra tarea que no sea su diversión personal, mostrando unos cambios de humor que dotan a la película de unos leves instantes cómicos a propósito de buscar añadir la palabra "comedia" en la descripción del género de la película. En un segundo plano quedan las interpretaciones de Bradley Cooper (Resacón el Las Vegas), Amy Adams (Encantada) y Jeremy Renner (Los Vengadores) que por muy excelentes que sean no pueden evitar ser eclipsadas por los papeles de Bale y Lawrence, aunque consiguen dar algo más de sentido y lógica a la película, a modo de calza para la consecución de los acontecimientos. La aparición estelar y breve del gran Robert De Niro en una de esas escenas inconexas de la película alegra al espectador por la mera aparición del mítico Bobby, que junto a Lawrence y Cooper se convierte en actor fetiche de Russell, pero que deja con ganas de más tras sus escasos cinco minutos de aportación.

En definitiva es una película por lo general aburrida, con cuatro golpes de acción y dos de humor, que a pesar de un digno final sigue siendo insalvable se mire desde el punto que se mire, y carente de la conexión y línea argumental que se merecía.

Valoración

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